Gambo 2008

PS4 2008 ETIOPIA. Gambo Hospital. Shashemane. Al sur de Addiss Abeba.

Otro año y un nuevo destino. En otro continente, Africa. El Hospital rural Gambo, a 6 horas al sur de Addis Abeba, en Etiopía, nos acoge. Los contactos con el padre Matteo y el padre Francisco, médico español director del hospital, han fructificado. Viajamos Montse Bonet, Dolor Pelegrí, Manuela Corradini, Marta Olivares, Alva Teva y yo. El Hospital tiene medios suficientes y operamos niños con fisura labiopalatina y muchas secuelas de quemaduras.

Los niños se queman tanto porque en el centro de las casas siempre hay un fuego y una olla en marcha, cuando empiezan sus primeros pasos, solos en casa es fácil que tropiecen. Sus padres están trabajando en el campo. La gente nos acoge con cariño pero son menos alegres que los hindúes. Manuela y Marta operan muchos casos ayudadas por mí. Forma parte del objetivo docente de los proyectos. El equipo funciona como una maquina alegre y bien engrasada. Nos sorprende la cantidad de niños con malnutrición grave. A pesar de ser un medio rural hay escasez de alimentos. También faltan recursos de todo tipo. Como vamos cortos de sueros, analgesia postoperatoria o leche artificial, lo suplimos poniendo al pecho de su madre al niño, inmediatamente después de la cirugía.

Tememos por que algún punto se suelte. No pasa. Hemos aprendido algo muy importante que podemos aplicar en nuestro primer mundo. Destacaría el caso de una niña de 2 años con graves secuelas de quemaduras en ambas piernas que le impiden andar. Su madre nos comenta que esa situación es incompatible con la vida en el pueblo. Le hacemos una intervención agresiva y arriesgada con colgajos, plastias e injertos. No podemos controlar su evolución a medio plazo pero teníamos que hacer algo.

El próximo año veremos el resultado. En los niños con fisura labial o palatina, sabes que una buena intervención es definitiva y no necesitará ningún control más. En las secuelas de quemaduras el seguimiento y la rehabilitación son muy importantes. El próximo año, viendo las necesidades, haremos las adaptaciones que hagan falta, en equipo, material y tiempo de estancia. Ha sido fundamental la colaboración de los religiosos de diferentes misiones. Sor Cristina y al Aba Matteo han recogido pacientes de zonas muy alejadas. Todo aporta.

 

Estas son algunas imágenes de nuestra estancia en Gambo:

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