Fisura labiopalatina

Es la malformación facial más frecuente. Se presenta en 1/1000 recién nacidos. Aunque su causa es multifactorial, el origen genético adquiere cada día más importancia. Se trata de un fallo en la cronología natural del cierre facial.

Hasta la octava semana de gestación, todos somos fisurados. Se trata de una única malformación. Según el momento en el que falle el cierre, se manifestará como fisura labial, labiopalatina o solo palatina, pudiendo afectar a un lado de la cara o a los dos. El manejo del paciente se inicia tras el diagnostico que hoy es frecuente que sea antes de nacer gracias a las técnicas ecográficas.

Hablar con los futuros padres es muy importante. La información aporta tranquilidad.
Tras el nacimiento se confirma el diagnóstico exacto y nos preocupamos de las funciones básicas, sobre todo la alimentación. Los padres juegan un importante papel y nuestro equipo les dará soporte.

La cirugía correctiva se realiza entre los 3-6 meses para el complejo nasolabial y hacia los 9-12meses para el complejo palatinofaringeo. En las formas bilaterales podemos tratar el labio en un solo tiempo quirúrgico. Al año de vida la cirugía primaria está finalizada.

La clave de la cirugía está en una correcta desinserción, reubicación y sutura de los músculos labiales y palatinos. Solo una buena función permitirá un buen resultado estético, no solo en una foto sino sobretodo cuando ría o llore.

El día de la cirugía primaria es el más importante de su vida. Ninguna corrección secundaria puede igualar a una primaria buena. El manejo postoperatorio es básico. Damos la oportunidad a la madre de dar el pecho inmediatamente tras la cirugía del labio.

Durante el crecimiento iremos necesitando de la colaboración de diferentes especialistas. El pediatra, el logopeda, otorrino, odontólogo, psicólogo y otros, irán trabajando sobre cualquierproblema que pueda surgir.

IMF le recomendará en cada etapa de la vida del niño los profesionales que deben colaborar y le recomendará los que le merezcan mayor confianza. Nuestro control no finaliza hasta alcanzar la edad adulta y colaborar en incorporar a una persona normal a la sociedad.

Tratamientos secundarios: Lo ideal es tratar al paciente desde el principio al fin. Muchas veces recibimos pacientes que ya han sido operados pero, por un resultado pobre, un tratamiento no finalizado o con alguna complicación o secuela le propondremos nuevos tratamientos.

Se necesita la máxima experiencia posible para cerrar fistulas palatinas o nasovestibulares, realizar correcciones secundarias del labio con reconstrucción muscular o injertos oseos en el defecto alveolar. La nariz es una de las estructuras que más estigmatizan al paciente fisurado.

Una rinoseptoplastia que mejore la simetría y posición nasal al alcanzar la adolescencia puede conseguir una nariz corriente que no llame la atención. Algunos pacientes pueden llegar a necesitar cirugía sobre el maxilar y la mandibula (cirugía ortognática) para conseguir una buena oclusión dental. Estos tratamientos se realizan en equipo con el ortodoncista.

En IMF pensamos que en muchos casos vale la pena asumir los inconvenientes de estas reparaciones ya que es una propuesta para el resto de su vida.

 

Estos son algunos de los casos tratados de fisura labiopalatina:

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