Fístulas, quistes y tumoraciones

La cabeza, cara y cuello son asiento frecuente de fístulas y quistes. La mayoría son congénitasy se ven en el nacimiento. Son frecuentes las fístulas preauriculares situadas en el hélix auricular, las de la línea media nasal y las laterales del cuello. La clínica puede ser un inocente orificio en la piel con salida de material sebáceo o mucoso.

Casi todas deben operarse antes de que se infecten. Con infección puede precisar drenaje y la cirugía posterior puede ser aún más compleja. La recurrencia es frecuente en el 25% de los casos. La especialización reduce el porcentaje de recurrencias y proporciona un mejor resultado estético.

Entre las tumoraciones y los quistes destacan por su frecuencia los apéndices preauriculares, el quiste de cola de ceja y los tumores de la línea media del cuello (quiste tirogloso / quiste dermoide).

Los apéndices preauriculares y faciales son pequeños restos cutáneos cartilaginosos. Pueden ser aislados o formar parte de una microsomía hemifacial. Los extirpamos después del primer año de vida por motivos estéticos.

El quiste dermoide facial se localiza sobretodo en la cola de la ceja. Puede no ser visible en el momento del nacimiento pero va creciendo. Aunque parece ubicado debajo de la piel, está muy adherido al hueso frontal y su cirugía no es sencilla. Una incisión bien calculada ofrece un resultado estético muy bueno. Los quistes también pueden aparecer en la órbita, el cráneo y la raíz de la nariz. Todos deben extirparse.

El quiste tirogloso es una de las lesiones más frecuentes en la línea media del cuello. La glándula tiroides, se forma en la lengua, y desciende hasta cuello. Una vez finalizado este descenso, el conducto desaparece. Cuando esta estructura no se reabsorbe, hablamos de quiste tirogloso. Se verá como una tumoración en la línea media del cuello. Lo más común es observarlo en niños de edad preescolar. Suelen ser lisos, blandos e insensibles y pueden moverse al sacar la lengua o con la deglución, porque están unidos por la base a la lengua. El diagnóstico diferencial debe hacerse con quistes dermoides y adenopatías.

Recomendamos la realización de una ecografía como complemento al diagnóstico clínico. El quiste tirogloso no tiene una edad quirúrgica precisa, pero IMF recomienda su exéresis una vez se haya diagnosticado y antes de que se infecte. La extirpación consiste en una incisión transversa y muy estética, sobre el quiste, hasta resecar la parte central del hueso hioides y el tracto posterior hasta la base lingual. Hay que señalar que si ya se hubiera infectado el quiste, la exéresis completa es muy dificultosa, elevándose el riesgo de recidiva.

 

Estos son algunos de los casos tratados de fistulas, quistes y tumoraciones:

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