El mejicano Fernando Ortiz Monasterio era sin duda uno de los padres de la cirugía craneomaxilofacial mundial. Junto a francés Paul Tessier iniciaron en los años 60 unas cirugías para reconstruir graves malformaciones faciales, hasta el momento intratable.
Si su capacidad técnica y profesional era reconocida a nivel mundial, su personalidad y capacidad docente eran aún superiores.
Yo lo conocía bastante. Aprendí con él no solo cirugía sino manejo y cuidado del paciente. Cuando decidí dedicarme a las malformaciones faciales, decidí que el lugar del mundo con mayor número de casos, concentrados en un hospital y alrededor de un cirujano excepcional era México DF. Allí trabajé como médico especialista en Cirugía Pediátrica durante tres meses del año 1996. Fueron tres meses de dedicación total a aprender, compaginando el trabajo en el hospital público por las mañanas con el quirófano o la consulta del Dr Ortiz por las tardes. También pude participar en 2 campañas de cirugía en niños fisurados en ciudades lejanas al DF y en el primer curso de distracción mandibular que se realizó en el mundo.
Dos fotos ilustran esta noticia. La primera fue tomada por mí en la ciudad de Guanajuato donde en la escuela pública visitamos a los pacientes que operaríamos en la campaña. La imagen refleja la intensa capacidad docente de maestro FOM. Fue quizás esa campaña la que inyecto en mí el virus de las campañas de cirugía solidaria. En la segunda me enseña un procedimiento quirurgico.
Hay personas que marcan tu vida profesional y también personal. FOM fue para mí un verdadero maestro. Trabajador y vividor incansable. Algunos días iniciábamos la jornada a las 6 de la mañana con un partido de tenis, volábamos en su Porche rojo hasta el Hospital público Gea Gonzalez, operábamos hasta el mediodía y tras unas patatas chips, guindillas y Coca-Cola, proseguíamos las cirugías de tarde en el Hospital privado Ángeles del Pedregal. Luego él dormía una hora y salíamos a cenar y tomar algún tequila. La conversación era fluida sobre la vida y los pacientes.
Luego coincidimos en varios Cursos y Congresos. Destacaría tres: las Jornadas de Microsomia hemifacial en Madrid, donde dirigía una consulta de más de 50 niños de toda España con malformaciones faciales en la que discutíamos el manejo de cada uno de ellos. El primer Congreso de distracción ósea facial en Paris o el Curso de Distracción mandibular que impartieron Fernando Ortiz Monasterio y su heredero profesional Fernando Molina en el hospital Sant Joan de Deu de Barcelona donde se operaron algunos de los primeros pacientes en España.
El maestro FOM ha sido una de las personas que más ha influenciado en mi vida profesional. Mi admiración y mi recuerdo seguirán mientras siga aplicando las muchas cosas que aprendí con él.
Dr FJ Parri
